Por lo general, los individuos, solemos tener un medio predilecto para desahogarnos, una actividad que se nos facilita y nos gusta. Es así que, con el paso del tiempo, logramos perfeccionar nuestras habilidades en la ejecución de dicha actividad.
La escritura ha sido el canal que ha drenado mis pensamientos y emociones más insoportables. En ese sentido, he envenenado hasta el último ápice de grafito de cada uno de los lápices que he cargado.
La parte optimista de mis momentos depresivos, es que me han motivado a escribir tanto, que mi habilidad redactora es reconocida por todo aquél que ha tenido la oportunidad de observar mi trabajo.
De manera que, en las próximas entradas, escribiré algunos pensamientos que escribí durante las etapas más intensas de mis crisis emocionales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario